Pieles: La hipocresía de la superficialidad

"El mundo es horrible, el humano es horrible, pero no podemos huir de él porque nosotros somos el horror. Hay que aceptarlo".

Tiempo estimado de lectura: 4 minutos

El día de hoy traigo una reflexión sobre Pieles, una película controversial que podría funcionar como un poema audiovisual bizarro con toques de humor negro. Fue la ópera prima del director Eduardo Casanova que resultó ser un lamentable fracaso en taquilla (probablemente por la naturaleza del filme). En Cinéfilos Incómodos somos fans de las películas que se atreven a salir de lo común; aquellas que optan por ser incómodas y por criticar a la sociedad mientras además te sacan una risa o mueca de confusión.

La trama va más allá de decidir incluir un personaje que tiene ano en lugar de boca. La intención del director fue mostrar lo influenciada que se ve la sociedad por el aspecto físico o por la belleza física, tanto así que cuando una persona no encaja en los estándares establecidos, se ve obligada a vivir en las sombras y a avergonzarse de lo que es. Mientras tanto, monstruos escondidos tras un rostro común llevan a cabo sus vidas con total libertad.

Creamos el concepto que tenemos de una persona basándonos (en primera instancia) en su apariencia física, sin embargo, es un error permanecer con esa idea y negarnos a ver más allá; negarnos a descubrir con qué persona estamos lidiando, cuáles son sus valores, sus ideales y sus pensamientos. Muchas veces no vemos más allá de una cara bonita o, en el caso de esta película, una cara deforme.

Al permanecer con la idea más superficial de una persona podemos perdernos de detalles importantes: ¿Cómo diferenciar entre la multitud a un pedófilo capaz de abandonar a su esposa el día del nacimiento de su hijo? ¿Qué diferencia al rostro de una madre común con el de una madre que odia a su primogénito? o al contrario, ¿Cómo valorar la personalidad de alguien si únicamente pones atención a las quemaduras en su rostro?

Existen personas cuyo exterior podría parecer normal pero su interior es horrible, son  detestables y egoístas, así como existen personas con un exterior fuera de lo común que pueden brindar algo bueno a quienes les rodean. Al final del día, al menos en Pieles, lo importante es el interior. Las personas que se vulneran y se atreven a salir de los estándares, manteniendo su individualidad y su bondad son las que pueden aspirar a alcanzar un estado de estabilidad y paz. Mientras que las personas con un interior horrible vivirán un infierno en vida. 

No podemos escapar de quienes somos, no podemos cambiar nuestro físico pero sí podemos mejorar la calidad de persona que decidimos ser. Decisión tras decisión, construimos nuestra persona y el camino que tomemos será nuestro premio o nuestro castigo.